La flor del amor espiritual, por su forma de corazón ... o del amor ardiente por su erótica anatomía. Esbelta y tropical, es perfecta como planta de interior o como flor cortada en ramos "minimalista".
Llama la atención el aspecto carnoso y acharolado de la espata, cuyo brillo realza los colores de las espectaculares flores, rojas, rosadas, blancas y verdes. También hay anaranjadas y en tonos chocolate, muy cotizadas, e incluso con curiosas manchas en contrastes bicolores.